Tengo una debilidad y es tan perjudicial para la salud que es posible que dentro de poco sólo te dejen hacerlo, por ley, en tu casa.
Sabe horrible, huele horrible, luce horrible... pero, ¡ay, las volutas de humo!...
Tengo otra debilidad. No compatible con la primera.
O una o la otra. Las dos no pueden ser.
Contigo me iría al fin del mundo. Mientras te lo piensas... volutas de humo.
2 comentarios:
Maravilloso. Dá mucho juego, y mucho en qué pensar.
Hola, Calen. Pasé a ver si tenías nuevos escritos y ¡cuál fué mi desazón al no encontrar alguno!, jajaja. En serio, ¿para cuándo otra entrada?. Espero que sea prontito, para saciar las ansias de leer cosas que merezcan la pena. Hasta más ver que son señas de volver :)
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