¿Cuál?

Tenía dos maneras de mirar al mundo, una brillante y otra oscura.

Tenía dos libros en la mano, uno lleno de buenas intenciones, el libro blanco, y el otro lleno de negras predicciones, el libro gris.

Tenía, como siempre, dos opciones.

Al final nadie puede negar que la vida son dos caminos, y ante él tenía una encrucijada.

Si escogía el libro blanco, significaba que por fin era capaz de caminar por si mismo y mirar el cielo, azul y con algunas nubes blancas, muy blancas, como si a un pintor despistado se le hubieran caído algunas gotas de pintura sobre el lienzo.

Si escogía el libro gris, significaba que su vida había vuelto a ser el negro pasaje por el que fantasmas castigaban con bizarros pensamientos sus días felices.

¡Cuánto poder en un par de libros! ¡Cuánto decían de su vida!

¿Cuál? ¿Cuál se llevaría?