lunes, 18 de mayo de 2009

Juegos de manos...



Quisiera contar una historia que no ha sucedido. Quisiera poder, esta noche, ser menos fatalista, pero es que me ha tocado ser el narrador, el mensajero, de una historia que aún me gustaría creer como mentira.

El héroe de esta historia está muerto antes de empezarla. Ellas lo descubrieron porque existe una página en internet donde encuentras la esquela de tus seres queridos. Ninguna pensaba que el fin de semana cambiaría de aquella forma. Una de ellas incluso intentó escribir un poema, pero se le revolvieron las tripas y tuvo que ir al baño a vomitar. La otra, la otro aún sigue intentando alcanzar su mano antes de que el recuerdo haga que desaparezca para siempre o se convierta en un fantasma, intangible. Borroso.

El héroe de nuestra historia se rindió hace 26 años. Abrió los ojos al minuto de nacer y estoy convencida de que le disgustó el mundo. Donde tú y yo vemos rojo, azul o amarillo, él veía luces de neón que parpadeaban y le mareaban.

Se convirtió en un mago del disfraz. Disfrazaba la tristeza de alegría, la melancolía con inteligencia y la soledad con auténtica obsesión por las buenas maneras. Repudiaba a la sociedad sólo porque estaba convencido de que la vida le despreciaba. Nunca supo ver cuánta belleza le rodeaba.

Me encantaría contar una historia más tierna o,  tener el coraje de dar más detalles de ésta, oscura y muerta, pero ninguna de las dos chicas que hablan, entre sollozos, por teléfono quieren que se den más datos, porque lo único que quieren es poder llegar a tocar esa mano que se quedó tendida en el suelo hace más de una semana y que se vuelve borrosa, triste y fría.

Quieren que el héroe que yace en el suelo, solo, se sienta como en casa y que llegue a algún maldito lugar donde pueda hacer una esfera. Viajar a las estrellas. 

Las noches son lo peor, suponen. Una no duerme, la otra sigue intentando rendirle un homenaje con palabras. Pero se le atoran en la garganta.

Este humilde narrador prefiere dejarlas solas y tú, que me lees, deberías hacerlo también, porque me encantaría decirte que lees un cuento, pero no es cierto, o quizá sí, pero lo cierto es que ahora mismo se comerían tu abrazo y... no puedo seguir hablando, porque tendría que decirte demasiadas cosas: una no quiere y la otra no puede.



10 comentarios:

Sr. Miyagi dijo...

JO-DER.

El Ángel... dijo...

“Se convirtió en un mago del disfraz. Disfrazaba la tristeza de alegría, la melancolía con inteligencia y la soledad con auténtica obsesión por las buenas maneras”

Me encanta esa frase, me gustó el relato que nos deja llenos de interrogantes.
Un saludo.

Lunática dijo...

El texto me deja con ganas. Personalmente, me ha gustado la forma de escribirlo, y me atrevo a decirte que a esta historia que no/sí ha sucedido, que no/sí es un cuento, y que quieres/quieren, no/sí contar, le falta/(¿o no?) un final.
Saludos

spulzeer dijo...

Yo no diría que le falta un final, la verdad.
Se queda donde debe, porque de lo contrario tendría que haberte contado algo más y no era la idea.
¿No crees?

Lunática dijo...

Creo que tu idea de "no contar" es original y yo, simplemente, he hecho un juego de palabras...

Antonio Vega dijo...

Muy bien. Me gusta la forma ligera en que cuentas la historia, a retazos, contarla sin querer hacerlo y sobre todo tratándose de un argumento tan doloroso.

Sr. Miyagi dijo...

¿Qué final? Cuando muere un ser querido, ¿tiene eso algún final? Transmite desolación. Sí, es mejor dejarlas solas...

Mararía dijo...

Yo creo que mejor me voy sin decir nada, mejor dejarlas solas...
y a usted narrador: que gracias por mostrar contando.

Nos vemos un martes, dos besos

La margarita que vuela dijo...

calen, no sé cómo pero he terminado dando con este lugar, y no sé cómo, seguramente buscando confirmación de que realmente eres quien yo creía que eras, llegué también a este relato, tan cercano en fecha al día por ahora más oscuro que he vivido...Me ha gustado mucho, siento el deber de darte las gracias por el amor que le profesas, yo nunca dejaré de hacerlo, un abrazo fuerte.
Jess.

spulzeer dijo...

le quise, le quiero y le querré mucho, aunque no puedo imaginar el dolor que has tenido que pasar -o estás pasando-
Desde el cariño que le tengo, cuenta conmigo para lo que quieras.
besotes